distopías. la humanidad felizmente esclavizada.


                                                  Fotografía: Pedro Alcarria                                                

Hablemos de distopías, esa palabra tan en boga en estos momento en que los días extraños se amontonan unos sobre otros, creando esta sensación de irrealidad que experimentamos todos desde que un microrganismo conquistó el planeta.

No sólo la literatura, también el rock y el pop ha transitado por numerosos escenarios distópicos. ¿Pero qué es una distopía? Qué gran pregunta! pertinente cuestión. Una distopía es la representación de una sociedad imaginaria con características negativas que provocan una alienación moral generalizada. ¿Está claro? Mejor con un ejemplo: 




 

A mediados de los 70 David Bowie se propuso adaptar a la escena teatral el libro de George Orwell 1984, la novela fundamental del género distópico. El proyecto se frustró por la negativa de la viuda de Orwell a ceder los derechos para la adaptación. Posteriormente Bowie recicló para su disco de 1974 Diamond Dogs, parte de las canciones, como ésta titulada precisamente 1984, y finalmente todo el trabajo escenográfico y los diseños, que se utilizaron en la gira de lanzamiento del disco.  Malograda la intención original, lo que quedó en ultima instancia es una obra que se considera precursora de la corriente punk, por su espíritu nihilista y su imaginario repleto de escenas de caos urbano y personajes salvajes, como pequeños prototipos de un Sid Vicious apocalíptico. A pesar de todo, Bowie no se despegó completamente del libro y llegó a utilizar fragmentos de la obra de Orwell en alguna de las canciones:


Van a partir tu lindo cráneo y lo van a llenar con aire.

Y van a decirte que tienes ochenta años, pero no te va a importar hermano.

Van a estar inyectándote cualquier cosa, el mañana no existe.

Cuidado con la mandíbula salvaje.


Y podríamos seguir hablando un poco más de Orwell quien sin duda es la presencia más influyente del género, el creador del concepto de gran hermano, la encarnación del gobierno totalitario. Orwell también es la inspiración de uno de los proyectos más ambiciosos del ya de por sí ambicioso -artísticamente hablando- Ray Davis de los Kinks, junto a los que entre 1973 y 1974 parió dos discos: el acto 1 y 2 de su monumental y muy poco valorado Preservation. Un disco musicalmente imponente por como incorpora todo tipo de estilos musicales, desde el folk pasando por el music hall y la opereta inglesa, hasta el Funk o el Gospel. Todo ello al servicio de una obra conceptual que narra el declive de una sociedad idílica, emparentada con la vieja Inglaterra de aquel Village Green Preservation Society de 1968. Un mundo perfecto que empieza siendo corrompido por la demagogia y la corrupción de un político sin escrúpulos para, finalmente, verse sometido al fanatismo político de un régimen totalitario que, como en la novela 1984, instaura un control de los pensamientos sueños y emociones de sus ciudadanos. Así lo cantan Los Kinks en este tema titulado Artificial Man.





Y hablando de personas artificiales: Gary Numan, uno de los artistas más influyentes y menos conocidos de su generación, tenía en mente cuando escribió este tema la novela “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, fuente literaria de la película Blade Runner, y obra de otro de los grandes gurús de la literatura distópica Philip K. Dick. En la canción Are friends electric? de la banda de Numan: Tubeway Army, -por cierto, la primera banda punk de la historia en utilizar sintetizador-  se nos presenta a una prostituta robot, que presta sus servicios en un Londres futurista. Dice Gary Numan: “Todas mis primeras canciones tratan sobre estar solo o incomprendido. Cuando era adolescente me enviaron a un psiquiatra y me medicaron. Eso junto con el asperger y los libros de Philip K. Dick me ayudaron a ver el mundo de forma diferente” Y aquí el bueno de Numan menciona otra característica distintiva del asunto: los paraísos artificiales que nos convierten en felices esclavos. 



En 1932 en su libro Un mundo feliz, Aldous Huxley, fabuló una sociedad perfectamente organizada en castas; estructurada de acuerdo al sistema de cadena de montaje inventado por Henry Ford.  

Los individuos viven, mansamente narcotizados, una existencia programada desde el día en que nacen.  Huxley, gran pionero de la exploración con psicotrópicos, imaginó una droga llamada SOMA que, según la novela, cura los sentimientos melancólicos y tiene todas las ventajas del cristianismo y del alcohol, sin ninguno de sus defectos secundarios. Y así precisamente (SOMA) titularon una canción de su Is This It Los Strokes. Hay muchos otros escenarios distópicos en la historia del Rock, y podríamos mencionar el OK Computer de Radiohead o a Pink Floyd y su The Wall, pero de momento lo dejamos aquí porque como sabes querido lector el Gran Hermano nos observa.


 







Soma es lo que tomarían cuando los tiempos difíciles les abrieran los ojos
Vi el dolor de una nueva manera, mucho en juego para tan pocos nombres 
Corriendo contra los rayos del sol, perdiendo contra sus sueños
En tus ojos
Así que paro y me largo 
En tus ojos

Mira como me detengo y me largo 
En tus ojos
Vamonos
Cuando la vi por primera vez, sus labios se movieron al tiempo que cerró sus ojos
Escuché algo en su voz

"Y allí estaré", dice, luego se aleja 

De algun modo se estaba esforzando demasiado por ser como ellos
Así que paro y me largo 
En tus ojos 
Me detengo 
 
Oh, querida, déjame ir
Cierta vez lo intenté y les gustó, luego trataron de ocultarlo

Alguien dice: "He estado haciendo esto veinticinco años".
 
Bueno, pues yo no pienso escuchar nada más
 
Y estos amigos, que siguen pidiendo más y más
Oh si
Oh, pero se acabó

(SOMA. The Strokes)



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