diario de la epidemia en 38 canciones (parte 3 la moda y el confinamiento)



La moda y el confinamiento (Otis Redding, Carla Thomas, Alaska y los Pegamoides, Lou Reed)



En plena expansión del Coronavirus, durante las semanas de confinamiento, los miembros del programa Radio Caroline, de radio Castelldefels, (donde colaboraba por entonces), decidimos realizar una serie de especiales describiendo mediante canciones nuestro estado de ánimo e impresiones acerca de los acontecimientos que se iban sucediendo de forma abrumadora. Semanalmente proponiamos una serie de temas que nos parecía que iban destacando como característicos de aquellos días. Revisando las notas para mis intervenciones, me parece que puestas juntas dibujan una especie de bitacora disparatada. Las traigo aquí porque, aunque como documento tienen un valor relativo, entreverado en los chascarrillos que fui improvisando, asoma un punto de inquietud que algo atina en retratar el íntimo pavor que yo sentía. 



Oh aquellos días de reclusión forzada en que la higiene se relajaba al tiempo que nuestros estilismos se iban reduciendo al puro esperpento y el desaliño indumentario campaba, rendidos sin luchar contra la inmundicia...   

-Vagabundo!
-Qué me has llamado?
-Vagabundo!

Así discutían en una divertida canción Otis Redding y Carla Thomas.
Eres un paleto Otis, necesitas un corte de pelo, vas todo el día con el mono de trabajo, pareces un vagabundo!
Y solo eso era aliciente para arrancarse el chándal y reptar hasta la ducha...





Cuando por fin pudimos salir a las calles nos dimos de bruces con una realidad postapocalíptica indescriptible: Cortes de pelo a trasquilones, tintes imposibles, permanentes de fantasía, en definitiva el horror. El remedio para ello era, como profetizó Alaska, una buena peluca. Además nos brindaba un lema que es un verdadero mantra: Con cubatas, pelucas y carburante las chochonis tiran para alante! 




Sombra de ojos, colorete, brillo de labios,perfume, y ya que estás un bonito vestido de encaje! Maquillate para el confinamiento, da igual si eres una odontóloga en excedencia, un obrero de la construcción o un monje trapense. Haz caso a mi venerado Lou Redd, maquíllate, en la intimidad de tu domicilo nadie te va a juzgar. Te gusta el bricolaje? Con más motivo! Pintate como una puerta!


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