unas palabras sobre townes van zandt




El pasado 7 de marzo hubiera cumplido años el cantautor tejano Townes Van Zandt, una figura imprescindible de la música americana, cantautor de cantautores como le llamó Kris Kristoferson. Una figura irrepetible que sin duda nos privó de toda una constelación maravillosa de canciones al fallecer en 1997, en plenitud creativa. Este artista de talento inmenso para la construcción de historias  conmovedoras y llenas de nostalgia se curtió en infinidad de garitos de Tejas hasta que en 1968 viaja a Nashville para  grabar el primero de muchos discos: For The shake of the song que incluye su primer éxito "Waitin around to die" 

 


A veces no sé a dónde me está llevando esta sucia carretera. 

A veces ni siquiera sé porqué continuar. 

Supongo que seguiré jugando bebiendo en exceso y vagabundeando, 

porque es más fácil que esperar a que la muerte llegue. 

 

Contaba Townes Van Zandt que fue el ver a Elvis en el Show de Ed Sullivan lo que le impulsó a coger la guitarra, porque le pareció que con ella podría conseguir todos los cadillacs y a todas las chicas del mundo. Su estilo, sin embargo, evolucionaría por otros derroteros, más cercanos a la música tradicional americana que al rock o al R&B. Otra de las influencias decisivas sería el bluesman Lightnin Hopkins al que admiraba y de quien toma un estilo a la guitarra que es como sus canciones: engañosamente sencillo. Es triste que Van Zandt no haya obtenido el reconocimiento que sin duda merece como creador de algunas de las canciones más perfectas y hermosamente tristes del folk americano como Nothin.




 

Maniaco depresivo y alcohólico, Townes Van Zandt, que murió, como digo prematuramente, a los 53 años de un ataque al corazón, dejó una leyenda de adicciones, autodestrucción, mala suerte y por supuesto un monumental legado que no alcanzó un reconocimiento general del público en la voz del propio Van Zandt, pero sí en la de otros artistas como Emmylou Harris, Merle Haggard o Willie Nelson. Todos ellos han cantado los temas de Van Zandt. Grandes artistas que lo consideraron siempre un referente. Steve Earle llegó a decir que pensaba subirse con sus botas de Cowboy en la mesa de café de Bob Dylan para gritar que Townes Van Zandt era el mejor escritor de canciones del mundo. Ilustran esa admiración infinidad de  ejemplos de muchos artistas, desde Wilco hasta los Cowboy Junkies con los que colaboró. En nuestro pais también fue debidamente apreciado por gente como Nacho Vegas que lo versionó en Miss Carroussel, un tema aparecido en su disco de 2001 "Actos Inexplicables"





Decía Nacho Vegas precisamente, que Towns Van Zandt es uno de esos grandes artistas que cuando piensas que los conoces a todos, de repente aparece. Realmente hay por descubrir un tesoro de inmenso talento en las maravillosas canciones de este gran cantautor tejano. Personalmente a Van Zandt le debo uno de esos temas que se han convertido en absolutamente predilectos. Del disco en directo de 1994 titulado Road songs, una versión del "Dead Flowers" de los Rolling Stones, que además apareció en la banda sonora de la película "El gran Lebowski"  







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